martes, 22 de septiembre de 2009

Al sur de Baja California


Alejandro Rozado

Estos dos párrafos condensan en una sola visión caleidoscópica un corto viaje por las tierras sin iguales del otro lado del Golfo de Cortés.


La Paz, Baja California Sur: Breve ciudad al margen de la historia, que jamás ha vivido acontecimiento bélico alguno. Fundada varias veces y abandonada tantas más por exploradores y misioneros, su núcleo urbano está establecido en una bahía dentro de una bahía dentro... Y así, sucesivamente, cualquier sujeto puede alejarse como desde una panorámica aérea y percatarse de que La Paz es un punto insignificante y hermoso dentro de un capricho del litoral. Frente al malecón -orgullo de los lugareños- corre un brazo continental delgadísimo llamado el Mojogote, de playas de ensueño y poco visitadas. De modo que la vista desde la ciudad -aletargada por el calor extremoso durante el verano- hacia el mar tiene en primer plano un estanque de agua salada con embarcaciones durmientes de bajo calado, y como segundo plano -a unos 5 kilómetros cuando mucho- la franja de tierra aludida. El tercer plano es un telón de bajas montañas, firmamento y soles ponientes.

La península constituye otra nación y, a veces -por sus escenarios naturales-, le parece al viajero que se está en otro planeta, con islotes cubiertos absolutamente por dunas de arena y sal, aguas multicolores según soplen los vientos del Norte, y piedras golpeadas por la erosión milenaria del mar y que exponen sus rostros gigantescos y horadados al sol. Lugar donde el desierto y el océano conviven en extraños encuadres, donde los cactus vigilan silenciosos la emergencia de la luna llena sobre el golfo de California, mientras el astro rey se oculta por el poniente montañoso y calcáreo. La fauna superior de estos lares son: las víboras, una variedad negra de albatros (llamados tijeretas) y las ballenas; animales que aluden respectivamente al desierto, al viento y al agua cuyo lugar de encuentro se da sobre franjas longitudinales de piedras infinitas y pequeñas, de superficies lisas que se humedecen lánguidas cuando la marea baja. Cuencas, ensenadas, puntas y bahías se suceden interminablemente mientras las carreteras trasquilan las zonas áridas de un extinto territorio de tribus y reptiles fantásticos… La gente aquí es buena y pacífica, pues es ahistórica...


30 de diciembre de 2004.

4 comentarios:

  1. En lo personal, puedo decir que me he quedado con un muy buen sabor de boca al visitar este blog. Alejandro narra de una manera muy vívida y con una descripción espectacular, los lugares a donde ha viajado y lo hace tan bien, que fácilmente me transporté a éstos. La descripción que hace en esta entrada sobre Baja California Sur y otra en la que describe el cementerio de los Ahuehuetes en San Salvador Atenco, son las que más me han gustado. Y tal vez Alejandro no lo dijo explícitamente pero es oportuno reflexionar en que hay muchísimos lugares en México que valen la pena visitar, y valen la pena por ser precisamente lugares de quienes no muchos hablan, y que pasan por desapercibidos en las listas de "destinos turísticos", pero al final serán los lugares en los que más se pueda disfrutar, vacacionar y reflexionar, que en aquellos que ya han sido modificados tanto por la mano del hombre, que han perdido esa magia que debían tener. De igual manera disfruté mucho algunos comentarios sobre algunas películas muy interesantes. Excelente blog, muy recomendable.

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    1. Gracias Víctor Emmanuel por tu comentario. Como sugieres, trato de fomentar más el espíritu viajero que el del mero "vacacionista"; más el "saber estar" en un sitio (cualquier sitio) que nomás sacar fotos o consumir y contaminar a donde uno va. Los viajes son grandes experiencias desde los antiguos y -como en los "road movies"- nos tienen que hacer crecer; si no, no sirven para nada. Te mando un saludo cordial y tu comentario me motiva a escribir acerca de otros tres viajes al extranjero que ya realicé.

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  2. Gracias, los esperaré con gusto. Saludos

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  3. México es un país hermoso con tantos lugares por visitar sólo falta un enfoque más organizado hacia el turismo. Yo soy de Monterrey y cada día veo como se mejoran las campañas de turismo, los hoteles en Monterrey cada vez se renuevan más, se busca atraer a más y más gente, no hay que verlo como negocio sino un forma de que la gente vea, conozca y se enamore de nuestro país.

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